Deja

Hey niña me estas enloqueciendo,
con tus movimientos te voy creyendo,
tiemblas mas que un terremoto en Tokio,
vení princesa y bailame un poco
Aunque no me escuches te hablo lentamente,
me está gustando ese meneo caliente,
te voy a ser mas que sincero,
tu boca es lo único que quiero,.
Me pongo loco y me deshago en el aire,
date una vuelta por Buenos Aires,
pasate dos horas por el barrio de Palermo,
hacete un tiempo para vernos.
No se te ocurra venirte maquillada,
porque vas a ensuciar mi almohada,
venite vestida para la guerra,
con algo sexy mostrando tus piernas.
Tomemos vino con Ferrero Rocher,
pa que despacito te puedas atrever,
bailarás libre desinhibida,
en unos minutos vas a ser mía,.
Vas a sacar tu lado mas salvaje,
vamos a ir fuerte sin pagar peaje,
te vas a olvidar de lo que haces,
esto sigue hasta que te canses.
Sin permiso voy a recorrer tu cintura,
vas a volar por las alturas,
acaricia este pecho que no lleva armadura,
con tus besos viajo a la locura.
Deja que este pibe te de la cura,
deja que termine con tus dudas,
deja que te admire como una escultura,
deja que te trate como ninguna.

Sebastian Koutsovitis.

Silencios que Gritan

No podés explicar
lo que podés ver,
no podés cantar
porque solo corrés.

¿Para qué lado vas?
¿de quién escapás?
¿por qué no mirás?
¿por qué conspirás?

¿No se por qué
tenés tantas dudas?
ya no sabés que hacer,
siempre en la locura.

Siempre inconciente,
siempre en tu mente,
siempre estás sola,
siempre a la moda.

Aunque estés acompañada,
no estás en un cuento de hadas
aunque sonrías cara a cara,
solo abrazás a tu almohada.

Con la Luna sos muy ágil
pero con el Sol sos la más frágil,
con los espejos sos exigente
y con tus secretos intransigente.

¿Cuántos miedos tenés?
¿cuántas mentiras querés?
¿por qué esa visión tan oscura
si caminás por la locura?.

¿Qué pasó en tu vida?
¿cuántos derrotas guardarás?
¿quién jugó con vos?
¿por qué hablás sin hablar?.

Sebastián Koutsovitis.

Ponete en ON

Aquí llegó el que esta loco,
el que por la tarde vive en un pozo,
el que se despierta por la noche,
el que la esta viviendo sin reproche,
el que ojo por ojo diente por diente,
cuidate nena y se inteligente,
caminá despacio entre la gente,
cuidate mucho de mi mente,
vamos a escupir en la cara a un ángel
y después hacer cositas en el under,
ponete de frente a la pared,
despacio o fuerte ya dame tu vaivén,
me gusta tu aliento y tu movimiento,
me gusta que te menees lento,
en cualquier momento me voy pa dentro,
con las gotas se van tus lamentos,
entre roce y roce que empiece el calor,
pone en ON tu máquina a vapor,
por favor dame besos de color,
sácate todo ya nos tengas pudor,
labio con labio cintura con cintura,
ya no finjas no te hagas la muda,
si te gusta que te hablen desde las alturas,
dame un par de besos que te bajo la luna,
tu vida da vuelta como una ruleta,
dame suerte pa que llegue a los 50,
oye nena ya casi te sueltas,
tu corpiño esta colgado en mi puerta,
no me pidas que no te haga eso,
por vos caería preso y haría un par de rezos,
por favor dame un poco de eso,
seguí haciendo eso que me pongo perverso,
oye nena dame rock and roll,
dame un beso con sabor a licor,
oye princesa dame un buen blues,
despacito anda y apaga la luz,
come on baby give me break dance,
cambiá tu pose y liberate mas,
oye nena dame reggaeton,
quiero suspiros en tu habitación.

Sebastián Koutsovitis.

Mil rimas

Mañana luces apagadas
quizás frío de soledad,
corrompe el fuerte al débil,
en plena desigualdad,
los rayos vienen con la resaca,
de una noche muy agitada
y después resta el peligro,
de las sedas en su almohada,
sospechando de la Luna,
el mar me regaló su espuma,
reclamándole calor,
hicimos la mejor canción,
jugando con su cuerpo,
este pibe quedo muerto,
enamorándome de su risa,
llegó el viento a pura prisa,
escalando una montaña,
desperté una mañana,
después de tanta vuelta,
comencé a cerrar la puerta,
robándome una estrella,
una esperanza quedó suelta,
leyendo mis partituras,
vino la paz y la locura,
corriendo a los tranvías,
jugué con ella a los espías,
haciendo un gol a sus labios,
perdí noción del horario,
ganándole tres a cero,
terminé jugando en cuero,
cayendo la noche por la tarde,
me fui sin que me ladren,
descansando del Sol,
escribí mil rimas amor.

Sebastián Koutsovitis.