Mil rimas

Mañana luces apagadas
quizás frío de soledad,
corrompe el fuerte al débil,
en plena desigualdad,
los rayos vienen con la resaca,
de una noche muy agitada
y después resta el peligro,
de las sedas en su almohada,
sospechando de la Luna,
el mar me regaló su espuma,
reclamándole calor,
hicimos la mejor canción,
jugando con su cuerpo,
este pibe quedo muerto,
enamorándome de su risa,
llegó el viento a pura prisa,
escalando una montaña,
desperté una mañana,
después de tanta vuelta,
comencé a cerrar la puerta,
robándome una estrella,
una esperanza quedó suelta,
leyendo mis partituras,
vino la paz y la locura,
corriendo a los tranvías,
jugué con ella a los espías,
haciendo un gol a sus labios,
perdí noción del horario,
ganándole tres a cero,
terminé jugando en cuero,
cayendo la noche por la tarde,
me fui sin que me ladren,
descansando del Sol,
escribí mil rimas amor.

Sebastián Koutsovitis.