Vieja rabalera de Palermo Soja

I
La soledad es el placer de estar con uno mismo,
el amor es la gracia de la vida,
tus labios son el fuego de un volcán
y tus manos caricias de libertad.

Sos la resurrección de un sentimiento llamado amor,
sos mi asesina en noches de tinieblas,
sos la avaricia de mi boca sedienta de calor
y sos la musa inspiradora de esta canción…

II
Viendo tus ojos yo me inspiro,
vuela mi mente liberada,
por el gemir de tus suspiros
o por tu dulce mirada.

Cuando me acerco a tu cuerpo,
mi corazón late y late,
me tranquilizan tus besos,
son calmantes en mi pecho.

Si el rocío humedece,
las rosas en el parque,
recuerdo a tu cuerpo,
después de amarte.

Con mis vicios yo me escapo,
cuando no estas a mi lado,
porque caigo en tentaciones
y ahí escribo mis canciones.

Si tus ojos no me miran,
pierdo todo la armonía,
que me das gratuitamente,
cuando me dejas tenerte.

Si esta prosa no te alcanza,
te doy todo lo que tengo,
mi dinero y mis besos,
solo por verte de nuevo.

Sebastián Koutsovitis.