sábado, 6 de junio de 2009

La Escultura

Una promesa en un tatuaje en mi espalda,
una harmónica cantando al alba de tu falda,
sos una piedra preciosa como una esmeralda,
sos la mas hermosa de todas las guirnaldas.
Tu piel es blanca como la espuma,
cuando caminas tu cuerpo alumbra y perfuma,
no hay motivos para esconderse en una duma
si cuando paseas el viento regala tu bruma.
Bonita, linda, pochita, cosita,
vayamos a ese bar hoy es el día pa la cita,
voy a ir despacio hablando sin prisa,
nena no lo sabes pero tu mirada me hipnotiza.
En la iglesia, sinagoga, capilla o mezquita,
le rezo a los dioses pa que me den una varita,
así te hago aparecer en una mañanita
y me das un poquito de tu sonrisa infinita.
En Francia, China, Grecia o Argentina,
te llevaría de paseo a la mejor de las cantinas,
le pagaríamos una patada a la puta rutina
y saldríamos de viaje por las tardes neoyorquinas.
Segundos, minutos, horas, días y años,
con el tiempo tu chico pasó a ser un extraño,
no miento, voy de frente, no intento hacerte daño,
camino por la calle como un pastor sin rebaño.
Voy al trabajo pensando en vos,
abro la heladera y no encuentro arroz,
será un amor como tango feroz?
o será un amor fugaz y veloz?.
Tiempo al tiempo pa que camine el reloj,
que pasen las horas con sabor a Valmont,
si lentamente va subiendo el calor,
quien te escribe será tu mejor escultor.
Sebastian Koutsovitis.

2 comentarios:

  1. guauuu que lindo!!!! muy bien lograda la mezcla de las cosas más cotidianas con esa confesión que vas largando de a poco... será real esa mujer o es imaginaria?? mmmmm que intriga!!! jajajajaj

    Beso

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