viernes, 5 de junio de 2009

Brújula y guía

Me fui a Cuba a descansar,
a caminar por La Habana,
a perderme en la arena
y a nadar en su mar,
a sentir que aun estoy vivo
y que no todo está perdido
y a ver a las mulatas
bailar sin parar.
Pero pasó algo extraño,
totalmente inesperado…
me dijo una gitana
en la sala del hotel,
está noche tendrás un encuentro
y no será con cualquier mujer.
No creía en sus palabras
ni en el lunar de su piel,
usaba anillos de oro y plata
con una mirada que mata
como el silencio al oscurecer.
Le agradecí por sus dichos
marchándome lentamente,
me perdí entre la gente
que bailaba en el salón.
Dando giros sin sentido
y acompañado por mi vino,
sonaban en las trompetas
la melodía de mi maldición.
Los tambores recibían
al diablo en forma de mina
que con su luz de
eucaristía desentonaba en el salón.
Me sedujo lentamente
con su meneo incipiente
y con su soltura piel morena
detenía el reloj.
Rozó su cuerpo con el mío
transmitiéndome su swing,
me agarró de la mano
y me llevó a vivir.
Su mirada me fue hipnotizando,
su sonrisa cautivando,
su cara era de niña
y así perdí el control.
La gente se fue marchando,
la luz se fue asomando,
el Sol iniciaba un nuevo día
entre las nubes de algodon.
Tirados en un sillón,
me habló de sus viajes,
me enseñó sus tatuajes
y me robó el corazón.
El mozo nos echaba
y en medio de un suspiro
la forastera
me encontró distraído
y me dijo al oído
vayamos a mi habitación.
Guardó en un cajón
mis fracasos de amor,
hubo tanto fuego
como incendio de fogón.
El faro nos iluminó,
el miedo se hundió,
los corazones latían
al mismo ritmo
como una opera
en su mejor versión.
El anochecer me despertó
y ella no estaba a mi lado,
sentía su sombra en mis sábanas
y su aroma perfumado.
Corriendo desesperado,
le pregunté a las
estrellas si la habían visto,
a la arena si
la había sentido
y al mar si la
había abrazado.
Nadie me dijo nada y
me quedé solo en la playa.
En medio de la brisa,
apareció la vieja bruja
y mirándome desde
su burbuja sonrió y me dijo:
ayer te escapaste
y no te pude decir…
no pierdas esa niña
porque será la fruta
mas dulce de la viña,
la princesa de tus sueños
y tu único amor.
Pensé en sus dichos
toda la noche hasta
que llegó el mediodía y
ante un cielo en armonía
hice una promesa.
Decidí tomar las
maletas y buscarla
alrededor del mundo,
usaré como brújula y guía
los recuerdos de ella
en mi corazón vagabundo.
Sebastian Koutsovitis.

2 comentarios:

  1. las vacaciones en el caribe pueden causar esos efectos, esos amores perfectos y son~ados, hay una magia especial...
    sera necesario que las busques por el mundo???
    o sera solo una excusa para vivir nuevas experiencias???
    que sera que sera....

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  2. No sé que será... pero se me puso la piel de gallina... tiene una descripcion tan pefecta que podés imaginar los escenarios como si los estuvieras viendo. Hermoso!!

    Besos

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