domingo, 27 de septiembre de 2009

Lo guardaba en el cajón

Nadamos en el mar de la melancolía
y dormimos en la cama de la soledad,
caminamos entre el olvido
y comimos con la nada a nuestro lado,
fuimos mendigos y millonarios,
víctimas y sicarios de un beso fatal.

Visitamos poetas en los sueños
y creemos en las fantasías,
solo la verdad y la poesía
nos mantiene vivos
esquivando balazos como fugitivos
que siempre huyen buscando la libertad.

Sin religión y sin majestad
marchamos con un corazón aventurero
dentro de una mochila de viajero
que silba una melodía de amor.

Siempre nos manejamos con saldo deudor
porque no nos alcanza para vivir el presente,
siempre hay alguna espina latente de un desamor
que nos lastima pero nos hace madurar.

A veces el azar juega de nuestro lado
y el sentir deja de estar anestesiado
y la rosa vuelve a florecer.

Creemos en el mañana, hoy y en el ayer.
Vivimos el mañana, hoy y el ayer.
Morimos en el mañana, hoy y en el ayer.
Resucitamos en el mañana, hoy y en el ayer.
Sebastián Koutsovitis.

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