Primeros de Mayo

Este escrito es para nosotros,
para cada trabajador,
para cada oficinista, operario,
chacarero, minero y comerciante
con sed de algo mejor.
Nace del corazón
y se mezcla con el cerebro,
se escapa por los dedos
de este joven remador.
Esto va para los explotados,
para la gente del Bauen y Zanón,
para las fábricas recuperadas
con manos obreras que
pusieron esfuerzo y corazón.
Esto es nuestro,
sangre roja en ebullición,
que aunque todos trancen o
negocien en una mesa
no nos vendemos al mejor postor.
La dignidad se va y no vuelve
aunque se rían que mal se los ve,
cada carcajada saliente de su boca
es la derrota de su ideal de ayer.
Se llenan de palabras
burdas y comunes
“unámosnos trabajadores y empresarios”
ese bla bla sale de sus labios
mientras sus bolsillos
están a punto de explotar.
Exigimos un mundo justo,
se puede una realidad mejor,
esto no es una frase sin sustento,
va desde el campo hasta el cemento,
desde colegios hasta al mas vacío comedor.
Si crees en Dios invocalo,
si crees en un líder llamalo
si tienes miedos enterralos,
si tienes sueños liberalos.
Sabemos que la calle esta dura,
que todos enferman y nadie cura,
que la mentira está en cada esquina
y que se origina en su codicia terrenal.
Nosotros que trabajamos bien abajo,
tenemos la dignidad caminando por lo alto
y cuando mas nos indignamos,
mas nos preparamos, mas investigamos,
mas leemos, mas estudiamos
porque no hay armas, dinero ni poder
que nos pueda dar el brazo a torcer.

Sebastian Koutsovitis.