domingo, 9 de noviembre de 2008

Barrio Parque El Corcovado

Un labio y otro labio
no siempre da dos,
una caricia
y una sonrisa
siempre da tres,
los besos y cerezos
son frutos de un te quiero
y los sueños son parte
de un cigarrillo en el suelo.
Su falda y mis manos
son la pareja perfecta,
cuando los calores aumentan
en cámara lenta,
en noches en que mi boca
que siempre provoca,
juega por debajo
de su pollera corta
a un juego llamado tentación.
Tiene un colchón en su mirada
que me hace temblar
y una sonrisa en su boca
que siempre da paz.
Es un angelito con
lunarcitos de Sol
que quema mis partituras
de los Rolling Stones.
Se su nombre
pero no su edad,
me la dijo
y no la quiero recordar,
no me quiero encontrar
con la jueza de minoridad.
Pero si lo nuestro es un secreto,
sus besos, mis rezos,
su piel, mi perdición,
su pelo, una canción…
¿qué me hace pensar
que me voy a poder alejar
de su magia, su aroma
y su cara angelical?


Sebastián Koutsovitis

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